La egresada destacada de Licenciatura en Estudios Internacionales de la Universidad de Santiago ha forjado un camino marcado por la excelencia y el compromiso social. Su trayectoria ha sido un testimonio vivo del poder transformador de la formación académica y una visión integral.
Hace nueve años Rocío ingresaba a Cancillería a través de la Academia Diplomática, en la cual se mantuvo por dos años y luego le permitió avanzar y trabajar otros dos años en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Luego se aventuró destinada dos años y medio a Palestina (donde también fue encargada de negocios) y posteriormente desempeñó labores de cónsul en la embajada de Chile en Israel.
Desde hace dos meses se encuentra de vuelta en nuestro país y continuando con su carrera en exponencial desarrollo, llegó a trabajar en Cancillería, en el gabinete de la Subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente.
Su retorno a Chile no solo marca una nueva etapa en su carrera, sino que también constituye un retorno a las raíces que nutrieron su pensamiento y su visión del mundo, dejando en claro que su formación en Estudios Internacionales en la FAHU Usach, además de proporcionarle herramientas académicas sólidas, le inculcó una perspectiva crítica y versátil sobre el contexto mundial.
“En primer lugar, la realidad se revela como un tapiz multidimensional, una percepción que mi experiencia en la Usach me permitió internalizar y entender. Este conocimiento radica en cómo uno aborda críticamente el contexto que nos rodea», señala Argomedo, destacando la importancia de cuestionar el status quo y explorar las múltiples facetas de cualquier situación.
Pero su enfoque va más allá de lo puramente intelectual. Argomedo entiende la importancia de incorporar diferentes perspectivas, especialmente la de las mujeres, en la elaboración de políticas públicas y la resolución de problemas sociales. «Es necesario obtener también la perspectiva de la mujer, no solamente por un tema de género (porque corresponde al 50% de la población), sino también porque tiene otro tipo de habilidades y de trayectorias propias», subraya.
«De esa forma se rescatan distintos tipos de sensibilidades, especialmente en casos que son bastante susceptibles, como por ejemplo, el de mi trabajo como cónsul en el exterior», agrega.
Rocio Argomedo tiene 35 años, es Analista Política en Asuntos Internacionales, egresada de la primera generación de la carrera. Egresó el año 2012 de la Universidad de Santiago de Chile, tiene un diplomado y una licenciatura en Seguridad y Defensa en la ANEPE, también cuenta con un magíster en Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.
Además de su formación académica trabajó en el centro de estudios Enzo Faletto y en la Universidad del Desarrollo. Rocio ingresó a la Academia Diplomática Andrés Bello el año 2015 para posteriormente iniciar sus funciones diplomáticas en el Ministerio de Relaciones Exteriores, desde 2017 hasta la actualidad. Es la primera mujer en ser designada a una Oficina de Representación de Chile en Palestina donde comenzó sus funciones durante los primeros meses de 2019.
Su experiencia en el servicio diplomático le ha confrontado con situaciones delicadas, desde casos de violencia intrafamiliar hasta violencia contra la mujer, donde la sensibilidad y la perspectiva de género juegan un papel crucial en la búsqueda de soluciones efectivas.
Créditos
Texto: Silvia Arias B./Luciano Guzmán N.
Imagen: Silvia Arias B./Luciano Guzmán N.
Edición: Luciano Guzmán N.
